miércoles, 24 de septiembre de 2025

Lecturas 24 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Esdras 9:5-9

    5En la ofrenda de la tarde me alcé de mi postración y, rasgadas mis vestiduras y mi manto, doblé mis rodillas, extendí las palmas de mis manos hacia el Señor, mi Dios,
    6
    y dije:
    —Dios mío, me avergüenzo y me sonrojo de levantar mi rostro hacia ti, Dios mío, porque nuestras iniquidades se han multiplicado encima de nuestras cabezas y nuestra culpa es tal que llega hasta el cielo
    7desde la época de nuestros padres. Nosotros mismos, hasta el día de hoy, por tan gran culpa y por nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, hemos sido entregados en manos de los reyes de estos países, a la espada, el cautiverio, el pillaje y la vergüenza, como sucede hoy mismo.
    8Y ahora, en un instante, tenemos la gracia del Señor, nuestro Dios, que nos ha permitido librarnos y nos ha dado un apoyo en su lugar santo. Nuestro Dios ha iluminado nuestros ojos y nos ha permitido revivir un poco en nuestra servidumbre.
    9Pues nosotros somos siervos, y en nuestra servidumbre no hemos abandonado a nuestro Dios, y nos ha dispensado su misericordia delante de los reyes persas, permitiéndonos revivir para levantar el Templo de nuestro Dios y poner en pie sus ruinas, y nos ha dado un lugar de refugio en Judá y en Jerusalén.

  • Salmo Responsorial

    Tobías 13:2-4, 7-8

    2
    —Bendito sea Dios, que vive eternamente, y su reino;
    porque Él castiga y se compadece, hace descender hasta el hades en lo más profundo de la tierra, y levanta desde la gran perdición, sin que nada escape de su mano.
    3
    Proclamadle, hijos de Israel, ante las naciones,
    porque Él os dispersó entre ellas
    4
    y os mostró allí su gran poder.
    Ensalzadle también ante todo viviente, porque es nuestro Señor y nuestro Dios, y también nuestro Padre, Él es Dios por todos los siglos.
    7
    Mi alma y yo ensalzamos al Dios del cielo,
    mi alma se alegrará todos los días de su vida. Bendecid al Señor de la justicia y cantad himnos al rey de los siglos.
    8
    Bendecid al Señor, todos los elegidos,
    y cantad, todos, su majestad. Celebrad días de alegría, y proclamadlo.

  • Evangelio

    Lucas 9:1-6

    1Convocó a los doce y les dio poder y potestad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades.
    2Los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos.
    3
    Y les dijo:
    —No llevéis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tengáis dos túnicas.
    4En cualquier casa que entréis, quedaos allí hasta que de allí os vayáis.
    5Y si nadie os acoge, al salir de aquella ciudad, sacudíos el polvo de los pies en testimonio contra ellos.
    6Se marcharon y pasaban por las aldeas evangelizando y curando por todas partes.

martes, 23 de septiembre de 2025

Lecturas 23 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Esdras 6:7-8, 12, 14-20

    7Permitid que se haga ese Templo de Dios. Que el gobernador de los judíos y sus ancianos edifiquen ese Templo de Dios en su lugar.
    8Por mi parte, éstas son mis instrucciones sobre lo que debéis hacer con los ancianos de los judíos que edifican ese Templo de Dios: que de las arcas reales, en concreto, de los impuestos que se recaudan en la región del otro lado del río, se sufraguen con diligencia y sin interrupciones los gastos de esos hombres.
    12Que el Dios que hace habitar allí su nombre, destruya a todo rey y todo pueblo que, menospreciando este decreto, levante su mano para destruir ese Templo de Dios que hay en Jerusalén. Yo, Darío, he promulgado este decreto, y es mi voluntad que se cumpla cuidadosamente”».
    14Los ancianos de los judíos avanzaron en la construcción de acuerdo con la profecía del profeta Ageo y de Zacarías, hijo de Idó. Terminaron la construcción, como lo había mandado el Dios de Israel y lo habían decretado Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
    15Concluyeron este Templo de Dios el día tercero del mes de Adar, el año sexto del reinado del rey Darío.
    16Los hijos de Israel, sacerdotes, levitas e hijos de la cautividad, celebraron la dedicación de este Templo de Dios con alegría.
    17Ofrecieron en la dedicación de este Templo de Dios cien bueyes, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel, como sacrificio por el pecado de todo Israel.
    18También dispusieron a los sacerdotes, de acuerdo con sus turnos, y a los levitas, según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés.
    19Los hijos del destierro celebraron la Pascua el día catorce del mes primero.
    20Los sacerdotes y los levitas se purificaron. Una vez purificados todos ellos, sacrificaron la Pascua para todos los hijos del destierro, para sus hermanos los sacerdotes y para ellos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 122:1-5

    1
    Canto de las subidas. De David.
    Qué alegría cuando me dijeron: «¡Vamos a la Casa del Señor!
    2
    Ya se han parado nuestros pies
    a tus puertas, Jerusalén».
    3
    Jerusalén, bien cimentada,
    ciudad sólida y unida.
    4
    Allí suben las tribus,
    las tribus del Señor. Es un precepto de Israel, para alabar el Nombre del Señor.
    5
    Pues allí está la sede de justicia,
    la sede de la casa de David.

  • Evangelio

    Lucas 8:19-21

    19Vinieron a verle su madre y sus hermanos, y no podían acercarse a él a causa de la muchedumbre.
    20
    Y le avisaron:
    —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.
    21
    Él, en respuesta, les dijo:
    —Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la cumplen.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Lecturas 22 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Esdras 1:1-6

    1El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra del Señor por boca de Jeremías, el Señor movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, que proclamó por todo su imperio de viva voz y por escrito el siguiente edicto:
    2«Así dice Ciro, rey de Persia: “El Señor, Dios de los cielos, me ha entregado todos los reinos de la tierra. Él mismo me ha encomendado construir en su honor un Templo en Jerusalén que está en Judá.
    3El que de vosotros pertenezca a ese pueblo, que su Dios esté con él y suba a Jerusalén, en Judá, para construir el Templo del Señor, el Dios de Israel, que es el Dios que está en Jerusalén.
    4Y el resto, vivan donde vivan, recibirán la ayuda de los del lugar, que les proporcionarán plata, oro, bienes y ganado, además de otras ofrendas voluntarias para el Templo de Dios que está en Jerusalén”».
    5Los cabezas de familia de Judá y Benjamín, junto con los sacerdotes y levitas y todos aquellos a los que Dios había despertado el espíritu para que subieran a edificar la casa del Señor que está en Jerusalén, se pusieron en marcha.
    6Todos los que les rodeaban les ayudaron poniendo en sus manos objetos de oro, plata, bienes, ganado y valiosos regalos, además de otras ofrendas voluntarias.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 126:1-6

    1
    Canto de las subidas.
    Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión, nos parecía soñar.
    2
    Se nos llenaba de risas la boca,
    la lengua, de cantares de alegría. Entonces se decía entre las naciones: «El Señor ha hecho con ellos cosas grandes».
    3
    El Señor ha hecho con nosotros cosas grandes:
    estamos llenos de alegría.
    4
    Haz volver, Señor, a nuestros cautivos
    como los torrentes del Négueb.
    5
    Los que siembran con lágrimas
    cosechan entre cantares de alegría.
    6
    Al marchar iban llorando,
    llevando las semillas. Al volver vienen cantando, trayendo sus gavillas. 

  • Evangelio

    Lucas 8:16-18

    16»Nadie que ha encendido una lámpara la oculta con una vasija o la pone debajo de la cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entran vean la luz.
    17Porque nada hay escondido que no acabe por saberse; ni secreto que no acabe por conocerse y hacerse público.
    18Mirad, pues, cómo oís: porque al que tiene se le dará; y al que no tiene incluso lo que piensa tener se le quitará.

domingo, 21 de septiembre de 2025

Lecturas 21 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    Amós 8:4-7

    4
    »Escuchad esto, los que explotáis al pobre
    para acabar con los humildes del país;
    5
    los que decís: «¿Cuándo pasará la luna nueva
    para que vendamos el grano; y el sábado, para que abramos el mercado del trigo, achicando las medidas, aumentando el precio, pesando con balanzas falsas,
    6
    comprando al desvalido por dinero,
    y al pobre por un par de sandalias, y vendamos hasta el salvado?».
    7
    El Señor ha jurado por la soberbia de Jacob:
    «¡No olvidaré jamás ninguna de sus obras!

  • Salmo Responsorial

    Salmo 113:1-2, 4-8

    1
    ¡Aleluya!
    Alabad, siervos del Señor, alabad el Nombre del Señor.
    2
    Bendito sea el Nombre del Señor,
    ahora y por siempre, sin fin.
    4
    Excelso sobre todas las naciones es el Señor,
    por encima de los cielos está su gloria.
    5
    ¿Quién como el Señor, nuestro Dios,
    que se sienta en las alturas,
    6y se abaja para mirar los cielos y la tierra?
    7
    Él levanta del polvo al indigente,
    y del estiércol hace subir al mísero,
    8
    para hacerlo sentar entre los príncipes,
    entre los príncipes de su pueblo.

  • Segunda Lectura

    1 Timoteo 2:1-8

    1Por eso, te encarezco ante todo que se hagan súplicas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres,
    2por los emperadores y todos los que ocupan altos cargos, para que pasemos una vida tranquila y serena con toda piedad y dignidad.
    3Todo ello es bueno y agradable ante Dios, nuestro Salvador,
    4que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
    5
    Porque uno solo es Dios
    y uno solo también el mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre,
    6
    que se entregó a sí mismo en redención por todos.
    Éste es el testimonio dado a su debido tiempo.
    7Yo he sido constituido mensajero y apóstol de ese testimonio —digo la verdad, no miento—, doctor de los gentiles en la fe y en la verdad.
    8Por tanto, quiero que los hombres hagan oración en todo lugar, alzando sus manos inocentes, sin ira ni disensiones;

  • Evangelio

    Lucas 16:1-13

    1
    Decía también a los discípulos:
    —Había un hombre rico que tenía un administrador, al que acusaron ante el amo de malversar la hacienda.
    2Le llamó y le dijo: «¿Qué es esto que oigo de ti? Dame cuentas de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando».
    3Y dijo para sí el administrador: «¿Qué voy a hacer, ya que mi señor me quita la administración? Cavar no puedo; mendigar me da vergüenza.
    4Ya sé lo que haré para que me reciban en sus casas cuando me despidan de la administración».
    5Y, convocando uno a uno a los deudores de su amo, le dijo al primero: «¿Cuánto debes a mi señor?»
    6Él respondió: «Cien medidas de aceite». Y le dijo: «Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta».
    7Después le dijo a otro: «¿Y tú cuánto debes?» Él respondió: «Cien cargas de trigo». Y le dijo: «Toma tu recibo y escribe ochenta».
    8El amo alabó al administrador infiel por haber actuado sagazmente; porque los hijos de este mundo son más sagaces en lo suyo que los hijos de la luz.
    9»Y yo os digo: haceos amigos con las riquezas injustas, para que, cuando falten, os reciban en las moradas eternas.
    10»Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho.
    11Por tanto, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera?
    12Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo vuestro?
    13»Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá odio a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas.

sábado, 20 de septiembre de 2025

Lecturas 20 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 6:13-16

    13Te ordeno en la presencia de Dios, que da vida a todo, y de Cristo Jesús, que dio el solemne testimonio ante Poncio Pilato,
    14que conserves lo mandado, sin tacha ni culpa, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
    15
    manifestación que hará patente en el momento oportuno
    el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y el Señor de los señores;
    16
    el único que es inmortal,
    el que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A Él, el honor y el imperio eterno. Amén.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 100:1-5

    1
    Salmo. De alabanza.
    Aclamad al Señor, la tierra entera;
    2
    servid al Señor con alegría,
    entrad a su presencia con júbilo.
    3
    Sabed que el Señor es Dios:
    Él nos hizo y somos suyos, somos su pueblo y ovejas que Él apacienta.
    4
    Entrad por sus puertas con acción de gracias,
    en sus atrios con cantos de alabanza, dadle gracias, bendecid su Nombre.
    5
    Porque el Señor es bueno:
    su misericordia es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones. 

  • Evangelio

    Lucas 8:4-15

    4Reuniéndose una gran muchedumbre que de todas las ciudades acudía a él, dijo esta parábola:
    5—Salió el sembrador a sembrar su semilla; y al echar la semilla, parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y se la comieron las aves del cielo.
    6Parte cayó sobre piedras, y cuando nació se secó por falta de humedad.
    7Otra parte cayó en medio de las espinas, y habiendo crecido con ella las espinas la ahogaron.
    8
    Y otra cayó en la tierra buena, y cuando nació dio fruto al ciento por uno.
    Dicho esto, exclamó: —El que tenga oídos para oír, que oiga.
    9Entonces sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
    10
    Él les dijo:
    —A vosotros se os ha concedido el conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás, sólo a través de parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan.
    11»El sentido de la parábola es éste: la semilla es la palabra de Dios.
    12Los que están junto al camino son aquellos que han oído; pero viene luego el diablo y se lleva la palabra de su corazón, no sea que creyendo se salven.
    13Los que están sobre piedras son aquellos que, cuando oyen, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; éstos creen durante algún tiempo, pero a la hora de la tentación se vuelven atrás.
    14Lo que cayó entre espinos son los que oyeron, pero en su caminar se ahogan a causa de las preocupaciones, riquezas y placeres de la vida y no llegan a dar fruto.
    15Y lo que cayó en tierra buena son los que oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, la conservan y dan fruto mediante la perseverancia.

viernes, 19 de septiembre de 2025

Lecturas 19 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 6:2-12

    2Los siervos de amos creyentes no han de tenerlos en menos por ser hermanos, sino al contrario, han de servirles con más empeño, puesto que son creyentes y amados los que reciben sus servicios. Esto es lo que debes enseñar y recomendar.
    3Si alguno enseña otra cosa y no acepta las palabras de salvación, que son las de nuestro Señor Jesucristo y la doctrina que es conforme a la piedad,
    4es un engreído y no sabe nada; pierde el juicio en disputas y en discusiones sobre palabras, de las que surgen las envidias, riñas, maledicencias y suspicacias,
    5conflictos propios de hombres que tienen la inteligencia corrompida y carecen de la verdad, por pensar que la piedad es un negocio.
    6En realidad, la piedad es un gran negocio cuando uno se contenta con lo suficiente.
    7Pues nada hemos traído al mundo y nada podemos llevarnos de él:
    8mientras tengamos alimentos y con qué cubrirnos nos daremos por contentos.
    9En cambio, quienes pretenden enriquecerse caen en la tentación, en el engaño y en múltiples deseos insensatos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
    10Pues la raíz de todos los males es la avaricia, y al dejarse arrastrar por ella algunos se apartaron de la fe y se atormentaron con muchos y agudos dolores.
    11Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas y busca la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia y la mansedumbre.
    12Pelea el noble combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que has sido llamado y para la que hiciste solemne profesión en presencia de muchos testigos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 49:6-10, 17-20

    6
    ¿Por qué he de temer los días de desgracia,
    cuando me rodea la iniquidad de los traidores,
    7
    que confían en su fuerza
    y se jactan de su mucha riqueza?
    8
    Nadie puede redimirse a sí mismo
    ni pagar a Dios su rescate.
    9
    Mucho cuesta el rescate del alma,
    nunca será suficiente
    10
    para que alguien viva por siempre,
    sin ver la corrupción.
    17
    No temas si alguien se hace rico,
    si aumenta la pompa de su casa:
    18
    que cuando muera no se llevará nada,
    su pompa no bajará tras él.
    19
    Aunque en vida se felicitaba
    —te alaban cuando te va bien—,
    20
    irá a la morada de sus padres,
    que no ven nunca la luz.

  • Evangelio

    Lucas 8:1-3

    1Sucedió, después, que él pasaba por ciudades y aldeas predicando y anunciando el Evangelio del Reino de Dios. Le acompañaban los doce
    2y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
    3y Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; y Susana, y otras muchas que les asistían con sus bienes.

jueves, 18 de septiembre de 2025

Lecturas 18 de Septiembre de 2025

 

  • Primera Lectura

    1 Timoteo 4:12-16

    12Que nadie te menosprecie por tu juventud. Debes ser, más bien, un modelo para los fieles en el hablar, en el trato, en la caridad, en la fe y en la pureza.
    13Hasta que yo llegue, pon cuidado en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
    14No descuides la gracia que hay en ti, que te fue conferida mediante la profecía junto con la imposición de manos del presbiterio.
    15Medita estas cosas y pon atención en ellas, para que tu progreso sea patente a todos.
    16Cuida de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en esta disposición, pues actuando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 111:7-10

    7
    (Mem) Las obras de sus manos son verdad y justicia.
    (Nun) Dignos de confianza, todos sus mandatos;
    8
    (Sámek) promulgados para siempre,
    (Áin) se han de cumplir con fidelidad y rectitud.
    9
    (Pe) Envió la redención a su pueblo;
    (Sade) ordenó para siempre su alianza. (Qof) Su Nombre es santo y temible.
    10
    (Resh) Principio de la sabiduría es el temor del Señor.
    (Shin) Sensatos son cuantos lo practican. (Tav) Su alabanza permanece para siempre. 

  • Evangelio

    Lucas 7:36-50

    36Uno de los fariseos le rogaba que comiera con él; y entrando en casa del fariseo se recostó a la mesa.
    37Y entonces una mujer pecadora que había en la ciudad, al enterarse de que estaba recostado a la mesa en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro con perfume,
    38y por detrás se puso a sus pies llorando; y comenzó a bañarle los pies con sus lágrimas, y los enjugaba con sus cabellos, los besaba y los ungía con el perfume.
    39Al ver esto el fariseo que le había invitado, se decía: «Si éste fuera profeta, sabría con certeza quién y qué clase de mujer es la que le toca: que es una pecadora».
    40
    Jesús tomó la palabra y le dijo:
    —Simón, tengo que decirte una cosa. Y él contestó: —Maestro, di.
    41—Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y otro cincuenta.
    42Como ellos no tenían con qué pagar, se lo perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le amará más?
    43
    —Supongo que aquel a quien perdonó más —contestó Simón.
    Entonces Jesús le dijo: —Has juzgado con rectitud.
    44
    Y vuelto hacia la mujer, le dijo a Simón:
    —¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella en cambio me ha bañado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos.
    45No me diste el beso. Pero ella, desde que entré no ha dejado de besar mis pies.
    46No has ungido mi cabeza con aceite. Ella en cambio ha ungido mis pies con perfume.
    47Por eso te digo: le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho. Aquel a quien poco se le perdona, poco ama.
    48
    Entonces le dijo a ella:
    —Tus pecados quedan perdonados.
    49
    Y los convidados comenzaron a decir entre sí:
    —¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?
    50
    Él le dijo a la mujer:
    —Tu fe te ha salvado; vete en paz.